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Davis: Argentina, gracias a Del Potro, juega la final con España

BUENOS AIRES (AP). Juan Martí­n Del Potro venció el domingo al ruso Igor Andreev en el quinto y decisivo partido para incrustar a la Argentina por tercera vez en la historia en la final de la Copa Davis de tenis, que jugará como local ante España en menos de dos meses.

Con 19 años y en su debut ante su público en esta competencia, Del Potro doblegó a Andreev 6-4, 6-2, 6-2 para sellar el resultado global 3-2 en favor de Argentina en su duelo con Rusia, de la que además se vengó por la derrota sufrida en la final del 2006 en Moscú.

Argentina cayó en otro duelo decisivo, en 1981 con Estados Unidos también como visitante, por lo que del 21 al 23 de noviembre tendrá una nueva oportunidad de atrapar la ansiada Ensaladera de Plata, esta vez en su feudo y ante la imponente armada española que comanda Rafael Nadal.

Mientras que Argentina sufrió hasta lo último, ya que previamente Rusia se puso 2-2 gracias a la victoria de Nikolay Davydenko sobre David Nalbandian, Nadal despachó a Andy Roddick en la cómoda victoria de España 4-1, en Madrid, sobre el campeón vigente Estados Unidos.

"Muchas gracias a ustedes", dijo Del Potro en alusión al público apenas terminó el partido y hablando por los altavoces del estadio, ante una multitud que cantaba "Ole, Ole, Ole...Delpoo, Delpoo".

"Seguro que viene Nadal y vamos a hacer lo mejor posible"... (para ganar), aunque en verdad, Del Potro utilizó palabras más fuertes y consideradas un poco groseras, las cuales causaron hilaridad entre las más de las 14.000 personas en el estadio Parque Roca, al sur de esta capital.

El capitán argentino Alberto Mancini dijo que su equipo saldrá de la superficie de polvo de ladrillo sobre la que venció a Rusia, y en la que los tenistas albicelestes son especialistas, para recibir a España sobre un piso rápido.

"Seguro que iremos a una cancha rápida", dijo Mancini sin titubeos.

Si bien los argentinos son de temer en polvo de ladrillo, la armada española está considerada como la mejor del mundo sobre esas canchas lentas.

Aunque Mancini no lo confirmó, se especula que Argentina podrí­a recibir a España en la ciudad de Córdoba, a 750 kilómetros al norte, donde el estadio Orfeo es de superficie rápida y además cubierto, como dejaron entrever que prefieren Del Potro y Nalbandian.

Del Potro, 13 en el ranking mundial, viene de una magní­fica temporada ya que estuvo 23 partidos invicto y ganó sus primeros cuatro tí­tulos ATP de manera consecutiva, hasta que cayó con Andy Murray en cuartos de final del Abierto de Estados Unidos.

Desde al arranque, el argentino le hizo sentir todo su rigor a Andreev ya que se quedó con su primer saque.

"Que gane Delpo, todo el año es carnaval", cantaban los alegres aficionados ante el buen juego del argentino.

Del Potro salió a la cancha tras la derrota de Nalbandian ante Davydenko por 3-6, 6-3, 7-6 (2), 6-0.

"Yo no tení­a dudas de que le iba a ganar a un adversario tan fuerte y difí­cil como Nalbandian", dijo el ruso de 27 años, número seis en el mundo y que en la Davis tiene 15 victorias y nueve traspiés.

Argentina habí­a obtenido el viernes una cómoda ventaja por 2-0 cuando Nalbandian venció 7-6 (5), 6-2, 6-4 a Andreev y Del Potro hizo lo propio con Davydenko 6-1, 6-4 y 6-2.

Rusia se mantuvo con vida al vencer un dí­a después en el doble, cuando Dmitry Tursunov e Igor Kunitsyn doblegaron 6-2, 6-1, 6-7 (9), 3-6, 8-6 a Nalbandian y Guillermo Cañas.

"Fue un partido bueno, duro y que tuvo un justo ganador", dijo Nalbandian, de 26 años, número siete en el mundo y que sufrió la segunda caí­da consecutiva en casa desde su debut en la Copa Davis en el 2002. Después de perder su invicto en doble, también lo acaba de resignar en individuales, por lo que ahora lleva un total de 26 triunfos y ocho derrotas.

Luego de un arranque promisorio, con saques efectivos y abiertos, Nalbandian se alzó con el primer juego y luego le quebró a Davydenko para alejarse 3-1 y sellar el 6-3 inicial sin gran apremio.

Parecí­a que la ruta de Argentina hacia la final estaba allanada, pero Davydenko empezó a devolver de lleno y con un par de drives profundos y un revés cruzado en el cuarto game se alejó 3-1 ante un desconcertado Nalbandian.

Con ventaja 5-3, Davydenko aprovechó la segunda oportunidad que tuvo para ganar el set y devolver así­ gentilezas con un 6-3 a su favor.

"Fue un primer set difí­cil para mí­, pero después lo ví­ a Nalbandian un poco nervioso y eso me dio fuerzas para seguir luchando", dijo Davydenko. "Y creo que a partir del segundo set la suerte del partido cambió".

En el tercer juego y en su mejor momento, el ruso empezó a desbordar a su rival con un par de derechazos geniales para escaparse 4-2 primero y 5-3 después.

Pero con más coraje que otra cosa y pese a un saque defectuoso, Nalbandian emparejó 5-5 y tomó ventaja ayudado por dos pelotas que bailaron en la red y cayeron en campo rival.

"Ole, Ole, Ole, David, David", fue el incesante aliento de unas 14.000 personas en el estadio. El bullicio por momentos molestó al ruso y sus quejas a los jueces no encontraron eco.

Davydenko dejó otra vez las cosas iguales y se llevó el tie break, cuando Nalbandian cometió una doble falta con su saque.

El cuarto parcial fue lapidario para Nalbandian y sembró zozobra en Argentina, expectante de recibir a España en la final, luego que éstos a primera hora superaron 4-1 a Rusia.

Después, Del Potro hizo estallar fuegos artificiales en el estadio.

FUENTE: Agencia AP