MINNEAPOLIS (AP). A veces pareciera que Randy Moss tiene dos o muchas personalidades distintas.
Los diversos rostros de Moss incluyen también al líder extrovertido, cuyos discursos de motivación en el intermedio de los partidos han alentado a sus compañeros hacia el triunfo, y al jugador visceral y descontento, que ha abandonado a sus compañeros incluso antes de que concluya un encuentro.
Moss podría ser el mejor receptor de su generación y sin embargo se le considera siempre uno de los jugadores más controversiales. Se cuestiona su falta de compromiso e indisciplina en un deporte que depende en buena medida de acatar un sistema de juego.
Esa es la razón básica por la que está jugando en su tercer equipo en apenas un mes. De hecho, los Titans de Tenesí fueron el único equipo de los 32 que conforman la NFL en solicitar los servicios del receptor la semana pasada, cuando fue dado de baja por Minnesota.
"No sé si alguien puede entender realmente quién es Randy Moss", dijo Tim DiPietro, uno de los primeros representantes que tuvo el jugador.
En su segunda estancia con los Vikings, Moss se convirtió en un problema tal que el entrenador Brad Childress decidió darlo de baja después de apenas cuatro partidos, pese a que el equipo había cedido una selección de tercera ronda en el reclutamiento colegial en octubre, para integrarlo a sus filas, procedente de Nueva Inglaterra.
Childress se negó a dar detalles sobre su decisión.
"Odio que esto haya ocurrido", dijo Chad Pennington, el quarterback que fue compañero de Moss en la universidad. "Estoy seguro de que a él tampoco le agradó eso. Sólo espero que él logre recuperarse en estos ocho partidos que quedan de la campaña y que juegue muy bien, pero no este domingo".
Miami, donde juega Pennington, se mide a Tenesí el domingo.
El miércoles en su primera conferencia de prensa como integrante de los Titans, Moss se mostró como siempre inescrutable y visceral. Dijo que lamentaba la forma en que culminó su situación con Minnesota, y se disgustó con un reportero, quien le preguntó qué podía esperarse de su esfuerzo en Tenesí.
"¿Qué esperas tú sobre mi esfuerzo?", le reviró Moss dos veces al reportero, alzando la voz. El periodista dijo que no sabía qué esperar.
"Yo tampoco lo sé. ¿Cuál es siguiente pregunta?", dijo Moss.
Quizás el domingo pueda responder al fin a esa pregunta.
FUENTE: Agencia AP