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Rivalidad Nadal-Federer apenas toma calor

WIMBLEDON, Inglaterra (AP). De la final de Wimbledon 2008 se hablará durante mucho tiempo, a menos que Roger Federer y Rafael Nadal se encarguen ellos mismos de superarla. Y, teóricamente, eso podrí­a ocurrir dentro de dos meses en la final del Abierto de Estados Unidos.

La rivalidad entre Nadal y Federer sólo se pone mejor, una que promete cargar al tenis a alturas insospechadas.

Federer tiene 26 años y Nadal 22, y da la impresión que por siempre estarán enquistados en los dos primeros lugares de los rankings, lo que asegura a corto plazo que deben estar en los lados opuestos de las llaves de los torneos.

Olví­dese de Borg-McEnroe o McEnroe-Connors o Becker-Edberg o Sampras-Agassi.

Ninguno de esos dúos o cualquier otro en los 40 años que lleva la era de los torneos abiertos lograron disputar seis finales en los Grand Slams, lo que Federer y Nadal ya han superado.

Tampoco fueron capaces de animar un electrizante duelo de 4 horas y 48 minutos en Wimbledon, como el flamante campeón Nadal y Federer hicieron el domingo, un clásico de clásicos que se inclinó a favor del español con un marcador 6-4, 6-4, 6-7 (5), 6-7 (8), 9-7.

"Tal vez más adelante podré decirme, 'Ese fue un partidazo'", comentó Federer. "Pero ahora mismo, no se cómo decirlo, no es algo que me hace sentir bien".

Ninguna otra final en Wimbledon habí­a durado tanto, lo cual dice mucho al considerar que el torneo en césped se disputa desde 1877. Esta acabó al anocher, con los destellos de las cámaras como los únicos rastros de luz en el momento que Nadal levantó cuidadosamente el trofeo dorado.

El diario Daily Mail publicó una foto de Nadal en su portada de lunes con el rótulo: "Después de cinco épicas horas de un drama realmente agónico, Nadal gana la mejor final de todos los tiempos".

¿Quien se pone a debatir ese análisis?

Un dí­a después, toda hiperbole para describir el partido queda perfecta para un partido cargado de hitos en juego.

Federer estuvo a dos puntos de convertirse en el primer hombre desde los 1880s en ganar seis veces seguidas el torneo; Nadal se erigió como el primero desde Borg Born en 1980 en coronarse campeón del Abierto de Francia y Wimbledon en el mismo año. El tenis desplegado fue de primera clase.

Ambos fueron magistrales de entrada, desde el primer punto de 14 golpes que Nadal cerró con winner por la paralela con su forehand hasta los cuatro aces que Federer uso para ganar el desempate del tercer set.

Y hubo más y más.

Parte de la razón por la que la final masculina resultó más emotiva que el choque del dí­a previo entre las hermanas Williams en la definición femenina, en la que Venus doblegó a su hermana menor Serena en sets corridos para obtener su quinto tí­tulo de Wimbledon, es que los aficionados encuentran más fácil inclinarse por un bando cuando se trata de Federer y Nadal.

Las Williams también figuran entre las mejores jugadoras de la historia, pero sus estilos son similares y se sabe que el trofeo acabará en la misma familia.

Federer y Nadal tienen estilos y personalidades diferentes, algo visible hasta en los atuendos: el cardigan sobrio del suizo y la camiseta sin mangas del español.

Por eso no extrañó el cruce de coros con sus nombres en los momentos finales del partidos por parte de los espectadores en la Cancha Central del All England Club

"Estoy contento de haber cumplido con las expectativas", dijo Federer. "Estoy contento por la manera cómo la peleé".

Al final, Federer tuvo que asimilar su primera derrota en Wimbledon y en cualquier cancha de césped desde 2002. El suizo ganó 40 partidos seguidos en All England Club, y un récord de 65 seguidos en la superficie.

La derrota fue un golpe al empeño de Federer de alcanzar a Pete Sampras tanto en tí­tulos en Wimbledon (Federer tiene cinco y Sampras siete), como en número de coronas del Slam (Federer suma 12, Sampras 14).

El duelo también abre el compás en el debate sobre cómo calibrar las carreras de Federer y Nadal.

Después de todo, ¿se puede decir que Federer es el mejor jugador de la historia si tiene un récord en contra ante Nadal? El español aventaja 12-6 la serie particular, incluyendo 10-4 en finales y 4-2 en finales de los Slams.

Nadal, cuatro veces campeón del Abierto de Francia, finalmente puede decir que ya ganó un Slam fuera de la arcilla de Parí­s.

Su siguiente desafí­o es demostrar que puede hacerlo en los Slams en canchas de cemento. Fue semifinalista en enero en el Abierto de Australia, pero no ha podido pasar más allá de los cuartos de final en Estados Unidos, el cual arrancará el 25 de agosto. La final masculina en Flushing Meadows está prevista para el 7 de septiembre.

"Si me cruzo con Roger en cemento, esa es una buena noticia, porque eso significa estar en una final", dijo Nadal.

Cierto, y también será una buena noticia para el tenis.

FUENTE: Agencia AP