NUEVA YORK (AP). Al salir de una reunión con los ejecutivos de los Mets de Nueva York, Jerry Manuel avistó a los reporteros que cubren diariamente al equipo y con una sonrisa soltó: "Todavía tengo el uniforme puesto".
Es la señal agorera de un eventual despido, y es lo que se temía le iba a pasar a Manuel cuando el presidente ejecutivo Jeff Wilpon y el gerente Omar Minaya fueron a Atlanta para una encerrona con el atribulado piloto.
Los Mets venían de perder cinco partidos en fila y en un lapso de 15 días habían caído del primero al último lugar en el Este de la Liga Nacional.
Sume el factor que Manuel arrancó la campaña en la cuerda floja tras un 70-92 el año previo y un par de monumentales colapsos en el último mes de las dos anteriores temporadas.
"No vine a despedir a nadie", dijo Wilpon, expresando un voto de confianza sin muchas garantías. "Estamos trabajando para arreglar las cosas".
Los Mets ganaron el juego del lunes contra los Bravos y Manuel sigue al frente del equipo.
Pero si las derrotas siguen apilándose en un club que a duras penas raya la marca de .500, pues no sorprendería a nadie que le pasen la carta de despido en cualquier momento.
Manuel figura entre un variado grupo que se encuentra en capilla ardiente para seguirle los pasos a Trey Hillman, el manager de los Reales de Kansas City que la semana pasada fue el primero en pagar los platos rotos.
Los motivos son los de siempre.
_Para Dave Trembley (Baltimore) y John Russell (Pittsburgh) el asunto pasa por no frenar la catarata de reveses de sus equipos, cada uno sumido en un ciclo negativo que supera una década.
_Lou Piniella y Ozzie Guillén, los capataces de las dos novenas de Chicago, están contra la pared por culpa del rendimiento por debajo de las expectativas de equipos de los que se esperaban estarían peleando la punta en sus respectivas divisiones.
_Un dueño impaciente. Tal es el caso de Fredi González (Florida) y su jefe Jeffrey Loria, quien el año pasado reaccionó enfadado cuando su equipo quedó fuera de los playoffs. Haber ganado 87 partidos con la nómina más baja de las mayores no fue paliativo. Los Marlins se sostienen justo por encima de .500, pero encabezan las mayores con sus 36 errores.
Para identificar a un manager en apuros también hay que estar pendiente de los coaches a su alrededor, o los ex pilotos que han sido contratados como "asesores" de las oficinas ejecutivas. Debido al engorroso proceso de entrevistas que se requiere para traer a uno de afuera, la solución inmediata es alguien que ya es empleado.
Tal fue el caso de Hillman, quien fue relevado por Ned Yost. Los Reales le nombraron en enero como asesor y desde entonces se sabía que Hillman estaba en una situación difícil.
Si Florida quisiera hacer un cambio ahora, Loria podría recurrir a Carlos Tosca, el ex manager de los Azulejos de Toronto que ahora es el coach de banca de González.
Los Mets cuentan con Bob Melvin, el Manager del Año en 2007 con Arizona y que ahora es un cazatalentos del club. También tienen al ex piloto Terry Collins, quien dirige en las menores.
Mayo y junio son los meses en los que habitualmente los despidos se concretan. Un cambio de líder no significa necesariamente tirar la toalla y esto lo sabe Loria, quien al promediar mayo despidió a Jeff Torborg, nombró a Jack McKeon y el conjunto se proclamó campeón de la Serie Mundial.
Pero tampoco se debe descartar el último mes. Yost sufrió su despido hace dos años cuando los Cerveceros de Milwaukee estaban inmersos en la recta final de la temporada y pujando por los playoffs. El coach de tercera base Dale Sveum llegó para asegurar el pase a la primera ronda, donde perdieron ante Filadelfia.
Ken Macha es el actual manager en Milwaukee y está con la soga en el cuello. El dueño Mark Attanasio no debe estar contento con ver el equipo ocho juegos por debajo de .500, muy poco para una inversión sin precedentes de 90 millones de dólares. Lo curioso es que el posible sucesor es Willie Randolph, el mismo a quien los Mets echaron en una madrugada de junio hace dos años para darle paso a Manuel.
FUENTE: Agencia AP