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2009: Seattle trata de renovarse y acabar con las intrigas

NUEVA YORK (AP). Finalmente convencidos que la fórmula de los cheques jugosos para agentes libres con muchos años encima no les sirvió de nada, los Marineros de Seattle hicieron una limpieza en serio.

Luego de perder 101 juegos y quedar últimos en la división Central de la Liga Americana, Seattle adoptó cambios radicales: se despidió al manager, a todos los coaches y al gerente general. Ni siquiera los cazatalentos se salvaron.

Primer asiático en dirigir un club en las mayores, Don Wakamatsu es el encargado de sacar de su marasmo a una franquicia que desde 2001 no se clasifica a los playoffs y que el año pasado se convirtió en la primera en la historia en sufrir más del centenar de derrotas con una nómina por encima de los 100 millones de dólares.

Wakamatsu se tuvo que abocar de inmediato a ponerle coto a los celos e intrigas que plagaron al equipo en la pasada temporada.

El centro de las polémicas fue ni más ni menos que Ichiro Suzuki, el astro japonés que en 2008 compartió el liderato de hits de las mayores, junto a Dustin Pedroia, al conectar 213.

Pero es un secreto a voces que sus compañeros no lo soportan, reprochándole que se aloja en un hotel distinto cuando juegan fuera de casa o que simplemente está más interesado en engrosar sus estadí­sticas personales.

Suzuki, quien viene de fijar un récord al cumplir su octava campaña seguida con más de 200 hits, ha evitado referirse directamente al asunto.

Al iniciar la pretemporada, con Suzuki en Japón para el Clásico Mundial, Wakamatsu decidió sentarse a hablar con cada integrante del equipo para tratar hasta el último detalle y sostuvo que todo se aclaró.

"Quiero generar un ambiente en el que quizás vamos a restar favoritismos y exista más igualdad", dijo el dirigente.

El jardinero derecho no es el único foco de polémicas.

Los Marineros enojaron a su tercera base Adrián Beltré al negarle el permiso para participar con la República Dominicana en el Clásico Mundial, diciendo que no está del todo recuperado de un par de cirugí­as a las que se sometió en septiembre.

Ganador del Guante de Oro, Beltré se puede declarar agente libre cuando su contrato de cinco temporadas por 64 millones de dólares expire al final del próximo curso.

Beltré registró promedio de .266, disparó 25 jonrones y remolcó 77 carreras para ser uno de los pocos de las grandes adquisiciones que han rendido aceptablemente.

Al dominicano no disimula su malestar por los cambios de personal en la nómina. Uno correspondió al jardinero Raúl Ibáñez, quien firmó como agente libre con Filadelfia, más el canje con los Mets mediante el cual se desprendieron del estelar cerrador J.J. Putz.

Beltré, quien en abril cumplirá 30 años, prácticamente dejó por sentado que esta podrí­a ser última campaña en Seattle, sin paciencia para remozamientos que apuntan a largo plazo.

"He logrado mucho en mi carrera, pero ya no soy un muchacho", afirmó. "Estar en la Serie Mundial es una experiencia que quiero vivir antes de retirarme".

Con las manos atadas por varios contratos obra de su antecesor Bill Bavasi, el gerente Jack Zduriencik se cuidó de fichajes onerosos.

Pero sin querer queriendo dio un gran golpe al lograr justo al inicio de la pretemporada el fichaje de Ken Griffey hijo, el lí­der activo de jonrones (611) en las mayores que vuelve al equipo donde surgió tras irse en febrero de 2000. Firmó por 2 millones de dólares.

Griffey (.249, 18, 71 con Cincinatti) estará en el bosque izquierdo cuando las piernas se lo permitan o será el bateador designado en caso que necesite descanso.

Otro par de venezolanos llegaron para en los jardines, Endy Chávez y Franklin Gutiérrez. También cuentan con un nuevo inicialista en Russell Branyan.

Algunos veteranos no tienen segura su titularidad, como el venezolano José López (.297, 17, 89) en la intermedia y el receptor japonés Kenji Johjima (.227, 7, 39). Este último tendrá un contrato a largo plazo, pero Wakamatsu podrí­a inclinarse por el prometedor Jeff Clement detrás de la receptorí­a.

El cubano Yuniesky Betancourt (.279, 7, 51), por su lado, logró consolidarse como el torpedero.

Las esperanzas del equipo se afincan en que su rotación abridora responda de acuerdo con las credenciales de varios de sus integrantes.

Pese a su récord de 9-11 y 3.45 de efectividad, el venezolano Félix Hernández confirmó que tiene la madera de as y recién en abril cumplirá los 23 años. Si Erik Bedard (6-4, 3.67 e inactivo desde julio) recupera la forma de sus dos campañas anteriores, cuando ganó 28 partidos, pues Seattle tendrí­a tal vez uno de los dos mejores binomios de las mayores en su circuito.

El prometedor derecho Brandon Morrow, Jarrod Washburn (5-14, 4.69) y el venezolano Carlos Silva (4-15, 6.46) completarí­an el quinteto. Los dos últimos vienen de un año para el olvido y podrí­an quedar fuera si arrancan mal.

No hay nada definido en cuanto al papel de cerrador, que está en ascuas. Se comenta que Morrow podrí­a acabar en el mismo, aunque el dominicano Miguel Batista y Aaron Heilman serí­an las dos primeras opciones.

FUENTE: Agencia AP