Un tribunal de Budapest ordenó el martes la extradición a su país del hacker portugués Rui Pinto, principal fuente de los "Football Leaks" que condujeron al lanzamiento en varios países europeos de investigaciones sobre malversaciones en el mundo del fútbol
Rui Pinto, que compareció por la mañana ante el tribunal de Budapest, alegó haber actuado de forma desinteresada y dijo que la extradición frenará las investigaciones en curso.
"No he cometido ninguno de los delitos de los que estoy acusado. Nunca obtuve beneficio material de lo que hice. Lo hice por el bien del interés general, para desvelar la corrupción en el fútbol europeo" declaró.
"La demanda de extradición no puede ser rehusada", afirmó sin embargo la presidenta del tribunal, Judit Csiszar, en nombre de la "confianza mutua entre Estados miembros de la UE".
Pinto y su abogado anunciaron de inmediato que recurrirán la decisión.
Rui Pinto, fue detenido el 16 de enero en Budapest en virtud de una orden de captura europea. Está en arresto domiciliario.
Desde la capital húngara, donde vive desde 2015, este autodidacta llamado "John" por sus contactos ha pirateado millones de archivos relativos al mundo de negocio del fútbol, según él con el objetivo de desvelar los bajos fondos de una industria "deshonesta".
A partir de 2016, entregó millones de documentos a un consorcio de medios europeos que revelaron a fines de 2016 y en noviembre pasado mecanismos de evasión fiscal, sospechas de fraude y corrupción que afectaban a varios jugadores célebres así como a dirigentes de clubes.
Football Leaks es hoy la mayor filtración de informaciones sobre los negocios en torno al fútbol.
Ahí aparecen los problemas fiscales del futbolista Cristiano Ronaldo tras su paso por el Real Madrid, el caso de los fichajes en base a criterios étnicos del Paris SG o las tolerancias de la UEFA ante las presuntas violaciones del PSG o el Manchester City al 'fair play' financiero.
- Acusación de chantaje -
Estos documentos interesan a la justicia de varios países. La Fiscalía nacional financiera (PNF) de Francia, con la que Rui Pinto inició una colaboración a fines de 2018, opinó que permitieron "importantes avances" en las investigaciones por fraude fiscal que ha lanzado.
La PNF, que dice poseer unos 12 millones de documentos procedentes de Football Leaks, propuso oficialmente a otros ocho países implicados en el escándalo compartir estos ficheros.
Pero Portugal acusa a Rui Pinto de haber robado datos, incluso al propio Estado, y sobre todo de intentar chantajear, previamente a sus revelaciones, al fondo de inversiones maltés Doyen, igualmente implicado en el fichaje de jugadores.
Rui Pinto, que es defendido por un equipo internacional de abogados, reconoció haber tomado contacto con este grupo a fines de 2015, pero asegura haber querido someterlo a una prueba, sin intención deshonesta.
A principios de febrero acusó a su país de intentar "acallarlo" y de "sabotear" las investigaciones lanzadas por las fiscalías europeas, al impedirle proporcionar nuevos documentos.
"No tengo ninguna confianza en las autoridades portuguesas, tienen un enfoque turbio en materia de fútbol" afirmó este martes Pinto.
"Les interesa que algo malo me ocurra, directa o indirectamente" añadió.
El pirata asegura haber sido objeto de "numerosas amenazas de muerte". El tribunal de Budapest consideró este martes que su "seguridad personal" estaba "garantizada" en Portugal.
Recientemente el abogado francés del hacker, William Bourdon, había considerado "inconcebible que, a causa de las actuaciones judiciales portuguesas contra Rui Pinto, los fiscales se vieran privados de sus testimonios y del acceso a los considerables datos incautados en Budapest", durante su detención.
FUENTE: AFP