Un grupo de 20 hinchas de fútbol rusos han sido deportados de Francia tras ser acusados de comportamiento violento en la Eurocopa, pero uno de sus líderes prometió que planean regresar pronto al país.
El prefecto de Marsella, Stephane Bouillon, acusó a los rusos de "participar en peleas relacionadas con el partido Inglaterra-Rusia".
Pese a la inminente deportación, Alexander Shprygin, cabecilla del grupo de hinchas rusos y uno de los 20 expulsados, dijo a The Associated Press que sus visas no fueron canceladas y que volverán el lunes a Francia para el partido contra Gales.
"Somos víctimas de algo escandaloso", dijo Shprygin en una entrevista telefónica desde el aeropuerto. Insistió que los 20 deportados no estuvieron implicados en las grescas.
Shprygin, líder de la Unión de Fanáticos de Rusia, vinculada al gobierno, ha sido acusado de tener lazos con organizaciones de extrema derecha y reconoció que ha difundido símbolos de extrema derecha en la internet, pero negó que su grupo sea racista.
Los 20 forman parte de un grupo de rusos que el martes fue detenido por la policía tras los incidentes violentes en el empate 1-1 con el que se saldó el partido Inglaterra-Rusia el sábado pasado, cuando hooligans rusos participaron de agresiones dentro y fuera del estadio.
Tras recibir un soplo de la policía rusa, las autoridades francesas irrumpieron en un hotel cercano a Cannes el domingo y revisaron cientos de horas de video para vincular a los sospechosos con los actos violentos.
Tres rusos fueron sentenciados por delitos relacionados a la violencia, recibiendo sentencias de cárcel de hasta dos años. Las pruebas de video fueron determinantes en el juicio, con tomas que fueron grabadas por otro hincha y fueron difundidas en la internet. Dos de los tres sentenciados forman parte de la organización de Shprygin, y el tercero es un conocido de Shprygin en la barra del club Dínamo Moscú.
FUENTE: JAMES ELLINGWORTH (Associated Press)