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Sudafricana Semenya gana oro en 800 metros y aviva polémica

RIO DE JANEIRO (AP) — Estaba en los pronósticos, aunque eso no lo hace menos impresionante o menos polémico: La sudafricana Cater Semeya ganó el sábado el oro en los 800 metros del atletismo de los Juegos Olímpicos, un resultado que aviva el complejo debate sobre si las mujeres con niveles más altos de testosterona deben dejárselas competir con libertad.

Semenya ganó su primer título olímpico con una marca personal de 1 minuto, 55,28 segundos, un registro nacional y uno de los 20 mejores tiempos para la carrera de dos vueltas a la pista.

"Fue una carrera fantástica", dijo.

Francine Niyonsaba, de Burundi, se llevó la plata al cruzar un segundo por detrás de la dominante sudafricana, mientras que la keniana Margaret Wambui atrapó el bronce para redondear un podio netamente africano. Wambui también registró su mejor marca personal.

Corriendo a su mejor estilo, Semenya se colocó detrás de la puntera Niyonsaba hasta los últimos 150 metros y a partir de allí protagonizó un envión por fuera de la curva para alejarse en la recta, dejando a sus competidores en la disputa de la plata.

Era el tipo de dominio que todo el mundo esperaba de la sudafricana.

"El entrenador me dijo que fuera paciente y esperara el momento correcto", dijo Semenya.

Desde su llegada a las competencia de pista y campo en 2009 —cuando ganó el título mundial a los 18 años— Semenya se convirtió en el centro involuntario de uno de los debates más complicados y sensibles para el deporte, y que generaba la interrogante sobre si las mujeres que tienen niveles mucho más altos de testosterona natural que lo normal tienen una ventaja sobre otras mujeres en el atletismo.

La Federación Internacional de Atletismo (IAAF, por sus siglas en inglés) introdujo normas que limitan la testosterona en las mujeres atletas.

La sudafricana es parte de una de una serie de atletas que llegaron a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro con niveles alto de testosterona, causada por una condición llamada hiperandrogenismo.

Pero ello generó en una polémica legal y la IAAF se vio obligada a abandonar el año pasado las reglas sobre los límites de testosterona en las atletas. Muchos creen que eso abrió el camino para que Semenya y otras con testosterona alta pudiesen competir en Río.

FUENTE: AP