El boxeador mexicano Saúl Canelo Álvarez venció por decisión unánime a Gennadiy Golovkin en el T-Mobile Arena de Las Vegas (Nevada) y cerró a su favor la trilogía de combates ante su archirrival kazajo.
Canelo conservó sus cinturones de campeón indiscutible del peso supermediano (168 libras - 76,2kg) y se redimió también de la sorprendente e inapelable derrota que tuvo en mayo ante el ruso Dmitry Bivol en una pelea de categoría superior.
"He pasado momentos muy difíciles de mi vida pero quiero que sepan que hay que seguir adelante", dijo Álvarez a sus 20.000 aficionados que abarrotaron de nuevo el T-Mobile Arena de Las Vegas. "Las derrotas son buenas, nos enseñan para aprender muchas cosas", señaló.
Tras perder ante Bivol en el peso mediopesado (175 libras - 79,4kg), Álvarez se aprovechó del regreso a su categoría favorita y de su mayor velocidad ante Golovkin, que fue de menos a más en la pelea.
La floja actuación del kazajo, de 40 años, hizo que el combate fuera menos vibrante que los dos anteriores, que concluyeron con polémicos veredictos que Golovkin siempre cuestionó.
Canelo, que había justificado el tropiezo ante Bivol por los riesgos de subir de categoría, trató de cumplir su promesa de acabar el combate por la vía rápida.
Pero en los últimos asaltos, con una lesión en la mano izquierda y el kazajo tratando de reaccionar, conservó su ventaja recurriendo incluso a los abrazos para que corriera el reloj.
"Fue una buena pelea. Él es fuerte, es un buen luchador por eso estamos aquí", afirmó Canelo. "Voy a seguir adelante para mantener mi legado fuerte".
Álvarez consumó con éxito su primera defensa de su condición de campeón indiscutible del peso supermediano, que alcanzó en noviembre de 2021, y ahora espera tomar la revancha ante Bivol.
"Ahora necesito descansar" pero esa pelea "es muy importante para mi legado, para mi país, mi carrera", aseguró.


