(AP). Cuando el itinerario envía a los Mellizos de Minnesota a jugar como visitantes en series interliga, el manager Ron Gardenhire se pone nervioso.
Sin embargo, Liván Hernández es la excepción.
El cubano lanzará por Minnesota el sábado en Colorado, donde subirá al montículo con su récord de 6-1 y nueve jonrones en su carrera en las mayores.
"El es el único por quien no me preocupo", dijo Gardenhire. "El está esperando esto. Probablemente tiene un bate en su casa para hacer swings frente al espejo".
Durante más de una década en la Nacional, Hernández acumuló un promedio de bateo de .232, una cifra decente para un pitcher, con 34 dobles y 73 remolcadas en 789 turnos. En el 2001, bateó .296 con San Francisco.
"Me encanta batear", comentó Hernández. "Ya veremos qué pasa".
Sus compañeros también quieren verlo con el madero en la mano.
"Es bastante impresionante. No parece que estuviera tratando duro, y envía la pelota a las gradas", indicó el pitcher Nick Blackburn.
Los Mellizos hicieron que sus lanzadores realizaran tres o cuatro prácticas de bateo en preparación para este fin de semana.
Hernández, por supuesto, llamó la atención. Para ser un jugador con unos kilos de más que no lanza con mucha velocidad a los 33 años, el derecho es bastante ágil.
"Es algo que me gusta (batear) y en lo que trabajo todos los años", afirmó el cubano. "Cuando uno tiene la oportunidad de remolcar carreras, hay que aprovecharla".
FUENTE: Agencia AP