BUENOS AIRES (AP). Echó a Carlos Bianchi, quien había pedido clemencia, y antes obligó a irse a Juan Román Riquelme. Por su implacable dirigencia, a Boca Juniors no le quedan ídolos ni vestigios de su glorioso pasado que cosechó con ese dúo, ahora en desgracia. Para colmo, el domingo lo visita el líder Vélez Sarsfield en un estadio que haría tronar su veredicto.
Volviendo al "veredicto" que se espera en el estadio La Bombonera, ¿a favor de quién será? Ese tema será casi tan noticia como el resultado del partido mismo. Y mucho más si Boca vuelve a perder, lo que sería su tercer traspié consecutivo en su legendaria cancha.
Después de 19 meses en su tercer ciclo con el club xeneize, la estatua de bronce de Bianchi fue arrumbada por la dirigencia de Boca, que en este torneo marcha entre los del fondo con tres derrotas y una victoria, la última de ellas 3-1 con Estudiantes.
En verdad, el trabajo de Bianchi es casi indefensible porque en su nueva etapa cosechó 26 victorias, otras tantas derrotas y 22 empates, y además no pudo ganar ni un solo título en siete campeonatos locales o por copas internacionales como la Libertadores y la Sudamericana.
Pese a esta foja de servicios, muy mala para un grande como Boca que suele jactarse de ser un "Deportivo ganar todo", sus hinchas jamás reprobaron en la cancha a Bianchi, como tampoco lo hicieron con Riquelme, al que según el propio jugador la dirigencia le puso mil y una trabas en la discusión por la renovación de su contrato.
Riquelme, quizás el principal ídolo futbolístico de Boca, se cansó antes de empezar este torneo y firmó con Argentinos Juniors para irse a jugar a la segunda división.
Pero Bianchi ni se cansó ni se quería ir, a tal punto que horas antes de ser despedido se reunió con el presidente de Boca, Daniel Angelici, y luego el propio técnico declaró que iba a dirigir la práctica vespertina, tal como ocurrió, y que también estaría en la banca en el partido ante Vélez.
El "Virrey" de 65 años, al que también despidieron de la Roma de Italia en 1997 y del Atlético Madrid en 2006, estaba convencido que a Boca lo iba a sacar a flote.
"Lo primero que querremos es agradecerle a Carlos, que será de por vida un ídolo del club", dijo Angelici al anunciar el despido del técnico. "Lo que cambió de la mañana a la tarde es que yo tengo que escuchar a la comisión directiva y la mayoría decidió que era tiempo de cambiar".
Pero al parecer, el tema no fue tan sencillo como lo pinta Angelici, ya que varios directivos de Boca habrían amenazado con renunciar o declararse en rebeldía si no se echaba de inmediato a Bianchi, cuyo contrato vencía en diciembre de 2015.
"O se va Bianchi o te vas vos", fue el mensaje que sacudió en los oídos de Angelici, según detalla el diario Clarín del viernes.
Y lo "fueron" a Bianchi, quien ganó cuatro títulos nacionales y cinco internacionales, entre ellos tres copas Libertadores y dos Intercontinentales, antecesora del Mundial de clubes, en una etapa donde brillaron Riquelme, Martín Palermo, Guillermo Barros Schelotto y los colombianos Oscar Córdoba, Jorge Bermúdez y Mauricio "Chicho" Serna.
En estos tiempos, el fenomenal aliento de la hinchada de Boca acaricia a Mariano Echeverría, Leandro Marín, Cristian Erbes, Andrés Chávez, Lisandro Magallán, entre otros.
"Aspiramos a que el hincha de Boca comprenda la decisión que tomamos", destacó Angelici. "Siempre escucho a los socios, pero prefiero que la gente me put... (insulte) a mí, antes que al técnico y a los jugadores".
Con un reemplazante de Bianchi que sería Arruabarrena, Boca recibirá a un Vélez que el jueves enhebró su cuarta victoria al hilo con un 1-0 ante Lanús, con gol de Lucas Pratto, para cosechar el ideal de 12 puntos.
Pratto convirtió cuatro goles, uno menos que el líder de los cañoneros, el colombiano Teófilo Gutiérrez, quien el domingo volverá a encabezar el ataque de un River que marcha con dos puntos menos que Vélez y que exhibe un fútbol de alto vuelo de la mano de su técnico Marcelo Gallardo.
Racing, a tres puntos de la cima, irá con Diego Milito y compañía a la cancha de Independiente (6 puntos), en lo que será un nuevo clásico entre esos dos gigantes de Avellaneda que volverán a verse tras un año de haberse extrañado por el descenso sufrido por los Diablos Rojos.
La fecha se completa con Gimnasia-Godoy Cruz, Defensa y Justicia-Rosario Central, Newell*s-Estudiantes (viernes); Belgrano-Rafaela (domingo); Lanús-Olimpo, Arsenal-Banfield, Tigre-Quilmes (lunes).
FUENTE: (Associated Press)