BUENOS AIRES (AP). River Plate probablemente ya no pueda ufanarse de su apodo "millonario" ni de su paladar por el buen juego y deberá acostumbrarse a visitar estadios hostiles sin el apoyo de sus hinchas en la segunda división de Argentina a partir de la próxima temporada.
River, el equipo más ganador del fútbol argentino con 33 títulos, descendió de categoría por primera vez en su historia tras empatar el domingo 1-1 ante Belgrano de Córdoba, que en el duelo de ida por la Promoción había ganado 2-0.
Uno de los dos grandes del fútbol argentino junto a Boca Juniors deberá reponerse rápido del golpe y adaptarse pronto a las nuevas "reglas de juego" que lo esperan en la segunda división si quiere que la estadía allí sea breve.
Por empezar, sus ingresos serán considerablemente menores.
River percibía hasta el domingo 30 millones de pesos (7,5 millones de dólares) en concepto de derechos de televisión por temporada. A partir de ahora recibirá sólo 4 millones de pesos (un millón de dólares). Y seguramente los auspiciantes tal vez no estén dispuestos a desembolsar lo mismo con el equipo descendido.
Esto le traerá consecuencias en la conformación del plantel y le costará financiar una estructura gigantesca de más de 1.000 empleados, otros deportes, una escuela y una universidad, y hacer frente a una millonaria deuda que nadie se atreve a precisar.
"Es muy difícil que pueda volver rápidamente", vaticinó el técnico Ricardo Caruso Lombardi, una opinión muy consultada por estas horas debido a su amplia experiencia con equipos de segunda categoría. "Deben reorganizar el club en todos los sentidos y empezar a familiarizarse con la B, que es un mundo desconocido para River".
En la segunda división, los hinchas visitantes no pueden concurrir a los partidos. Esta regla se impuso años atrás a causa de los reiterados hechos de violencia.
Muchas de las canchas que visitará _algunas tan lejanas como Guillermo Brown de Puerto Madryn, en la Patagonia_ no tienen nada que ver con las que está acostumbrado a jugar en primera. Algunas tienen menos capacidad _la de Deportivo Merlo alberga apenas 7.500 espectadores_, campos de juego en condiciones deplorables o están ubicados en zonas peligrosas.
"Tendrán que armar un plantel con jugadores que conozcan el ascenso, porque no todos pueden jugar en la B", aconsejó Caruso Lombardi, quien acaba de descender con Quilmes.
Y advirtió que también deberá cambiar la forma de jugar, que en River estuvo históricamente emparentada al fútbol vistoso: "si jugaste lindo pero no ganaste la gente te quiere matar", dijo Lombardi y mencionó "la velocidad del juego y el roce constante" como dos características del campeonato de segunda división.
Se sabe que Juan José López no seguirá como entrenador. Por estas horas las opiniones están divididas respecto al sucesor: algunos piden un técnico reconocido, como Ramón Díaz, el más ganador en la historia de River, otros a uno con experiencia en segunda, como el propio Caruso Lombardi.
Pocos de los actuales jugadores seguirán en el club. Al arquero Juan Pablo Carrizo y al delantero Mariano Pavone se les venció el contrato y es probable que se desprenda de algunas promesas de las divisiones inferiores, como el volante Erik Lamela, para contar con efectivo.
River tiene a la vista otros ejemplos de clubes históricos de la primera división, como Rosario Central o Ferrocarril Oeste, a los cuales les cuesta regresar.
El torneo de la segunda división, conocido como Nacional B, tiene otro formato: en vez de dos torneos por temporada (Apertura y Clausura) se juegan dos ruedas. Los equipos que terminan en el primer y segundo lugar en la tabla general ascienden, mientras el tercero y el cuarto disputan la Promoción ante rivales de la máxima categoría.
FUENTE: Agencia AP