VIENA (AP). Mientras Europa se debate sobre conveniencia de la nueva regla "6+5" que limita la presencia de extranjeros en los clubes, muchas selecciones del Viejo Continente alinearán en la Eurocopa a jugadores nacidos muy lejos del país que representan.
La semana pasada el Congreso de la FIFA reunido en Sydney aprobó la nueva norma que obligará a partir del 2012 a todos los equipos a iniciar juegos con al menos seis jugadores elegibles para formar parte de la selección nacional.
Propuesta por el presidente Joseph Blatter con el objetivo de proteger la identidad de los clubes y de las selecciones nacionales, la medida ha enfrentado oposición de algunos de los equipos más poderosos de Europa, además de ser contrario a las normas europeas que gobiernan el libre movimiento de trabajadores.
En medio de esta polémica, varios seleccionados tendrán en sus filas en la Eurocopa a futbolistas adoptados de otras tierras.
Caso emblemático es el brasileño Roger Guerreiro en Polonia. Fue nacionalizado en abril por el propio presidente Lech Kaczynski pese a que la legislación exige al menos cinco años de residencia. El ex jugador del Corinthians y Flamengo de Brasil, entre otros, llegó al Legia polaco en 2005.
Pero seguido de cerca por el entrenador holandés del seleccionado, Leo Beenhakker, el trámite se aceleró para que pueda estar en la Euro, la primera que jugará Polonia en su historia.
"Prometo representar a Polonia de la mejor manera en la cancha y en cualquier otra situación", sostuvo el volante, de 25 años.
La imposibilidad de vestir la camiseta del país de nacimiento, más en una selección con abundancia de talentos, ha llevado a varios jugadores a buscar abrigo en otros equipos a los que no le sobran recursos y así cumplir el sueño de participar en un gran torneo.
"Jugar para España me ha dado muchas cosas. Prestigio, reconocimiento. En Brasil no tuve la oportunidad. España ha sido como una madre para mí. Me abrió las puertas y me identifico con ella en todo", consideró Marco Senna, nacido en Brasil y una de las alternativas en el mediocampo de la "Furia Roja".
Se lo toma muy en serio ya que en sus botines tiene estampada la bandera española.
Senna, que juega en el Villarreal de España, debutó en marzo de 2006 y jugó 11 partidos.
Algo parecido sucedió con su compatriota Aurelio, titular inamovible en Turquía.
Nacionalizado después del mundial 2006, le aportó al equipo lo que le faltó precisamente para clasificarse a dicho torneo: un volante defensivo fuerte y habilidoso, que no sólo hace simple las cosas en defensa sino que también muestra el camino para pasar a la ofensiva.
Tras adoptar la nacionalidad turca, que recibió la reprobación de algunos hinchas, el jugador adoptó el nombre de Mehmet.
El argentino Mauro Camoranessi, cansado de esperar un llamado del seleccionado argentino cuando era dirigido por Marcelo Bielsa, aceptó la propuesta de jugar para Italia. Fue campeón del mundo y ahora ocupa un lugar en la nómina de Roberto Donadoni para la Eurocopa.
No es novedad que Francia se nutre de jugadores de ex colonias: el capitán Patrick Vieira nació en Senegal, el veterano Lilian Thuram en Guadalupe y Claude Makelele de Zaire (actualmente República Democrática del Congo).
En la nómina de Suiza aparece Gelson Fernandes, volante nacido en Islas Cabo Verde, ex colonia de Portugal.
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El reportero de Associated Press Paul Logothetis contribuyó con esta historia.
FUENTE: Agencia AP