BEIJING (AP). De todo puede pasar en el mundo de la lucha y el jueves se produjo uno de esos episodios extraños.
"Esta medalla no me importa. Quería el oro. Este ha sido mi último combate. Quería el oro, así que para mí estas olimpiadas han sido un fracaso", declaró el ex bicampeón mundial y plata en los Juegos de Atenas 2004.
Abrahamian fue derrotado en las semifinales por el eventual campeón, el italiano Andrea Minguzzi. Se enojó tanto con los jueces del combate que debió ser contenido para no abalanzárseles encima, se retiró sin dirigirse a la prensa y sacudió tan fuerte la puerta del vestuario que hizo remecer una pared.
También consideró no participar en la ceremonia, pero sus amigos le convencieron de lo contrario.
El juez del equipo sueco, Leo Myllar, tuvo palabras fuertes en contra del trabajo de los jueces.
"Es pura política, es pura corrupción".
FUENTE: Agencia AP