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¿Qué culpa tiene Greinke de lanzar con los Reales?

NUEVA YORK (AP). Los debates sobre cómo adjudicar los premios individuales en las Grandes Ligas tienen una tendencia a desafiar realidades indiscutibles sólo para ceñirse a criterios fundamentados en la vieja costumbre de hacer las cosas.

Tal es el caso en cuanto al Cy Young de la Liga Americana. El mismo ya deberí­a estar adornando la sala de trofeos de Zack Greinke, el pitcher de los Reales de Kansas City cuyo minúsculo promedio de carreras limpias permitidas provoca que uno se frote los ojos por lo increí­ble que es.

Al iniciar la jornada del sábado, su efectividad es de 2.06 y ha permitido una carrera o menos en 17 de sus 32 aperturas. También acumula tres blanqueadas, ha tirado seis juegos completos y figura segundo en la Americana con sus 229 ponches en poco más de 223 innings.

"En lo que a mí­ respecta, es una decisión de lo más fácil ... sólo fí­jense en la estadí­sticas", comentó Trey Hillman, el manager de los Reales.

Contra Greinke, sin embargo, conspiran problemas que no le corresponden. Su equipo comparte la cola en la división Central y persiste el viejo fetiche de embelarse por el número de victorias.

Es lo que le da la fuerza a CC Sabathia, ganador de 19 juegos con la maquinaria completa de los Yanquis de Nueva York, un equipo que le saca casi 40 triunfos más a los Reales.

Greinke apenas puede presumir de 16 victorias.

Lo que pasa inadvertido es que su equipo no pudo salir airoso en seis juegos en los el derecho de 25 años toleró una carrera o menos y sólo anotó 13 carreras en sus ocho derrotas, partidos con varios resultados 1-0 ó 2-1.

"Este es un premio individual", declaró Hillman en defensa de su lanzador. "No tienes que pagar los platos rotos porque careciste de apoyo ofensivo. Zach pudo haber ganado 20 juegos de lo más fácil.

La situación abre el compás para la posibilidad que otros en el circuito se puedan llevar el galardón, y lo cierto es que la lista está repleta.

Ahí­ están Sabathia como parte del equipo con el mejor récord de la liga y Justin Verlander de Detroit es el lí­der de ponches (264).

También se puede mencionar a Roy Halladay (17-10), quien con Toronto lidera la liga con innings lanzados (239), blanqueadas (4) y juegos completos (9).

Pero si el trofeo tendrí­a que ir a otro, ese deberí­a ser Félix Hernández.

Sus Marineros de Seattle, después de todo, tienen saldo positivo. Hernández (18-5, 2.48) comparte con Greinke el obstáculo de lanzar con un equipo que no recibe mucha publicidad, pero su actuación ha sido digna para que se convierta en el segundo venezolano en obtener el premio tras Johan Santana.

Hay voces que recuerdan que Mariano Rivera, ahora con 39 años, nunca ha ganado el premio. El cerrador panameño de los Yanquis tuvo otro grandiosa campaña, con 1.79 de efectividad y 44 rescates en 46 intentos.

Pero Hernández y Rivera tendrán que esperar otra temporada. El premio le pertenece a Greinke, quien hasta hace poco se le conocí­a más por sus problemas de fobias.

Lo vale porque su efectividad ha sido la más baja en la Americana desde el 1.74 de Pedro Martí­nez con Boston en el 2000.

El debate en la Liga Nacional pasa por si Tim Lincecum repite ante la competencia de un par de serpentineros de San Luis: Chris Carpenter y Adam Wainwright.

Lincecum se consagró el año pasado en circunstancias similares a la de Greinke, al tocarle un equipo mediocre como los Gigantes de San Francisco que perdieron 90 partidos.

Esta campaña, no obstante, los Gigantes, dieron pelea por los playoffs y Lincecum mantuvo su excelencia con foja de 15-7, 2.48 de efectividad y lidera la liga con 261 ponches.

Pero Carpenter y Wainwright realmente estuvieron intocables en San Luis.

Carpenter, quien ganó el premio en 2005, encabeza en efectividad (2.24) tras comenzar el año lesionado. Wainwright (19-8, 2.63) marcó el paso con innings lanzados (233).

Tampoco hay que perderle la pista al puertorriqueño Javier Vázquez (lí­der de ponches del circuito con 238) y Jair Jurrjens, la sorpresiva dupla de abridores de Atlanta.

En cuanto a los premios al jugador más valioso, no hay que darle muchas vueltas. Albert Pujols es el hombre en la Nacional, mientras que Joe Mauer manda en la Americana.

El dominicano Pujols debe repetir y adjudicarse el tercero trofeo de su carrera tras cargar el peso de la ofensiva de San Luis casi toda la campaña, amén de coquetear con la Triple Corona en la primera mitad.

Sus números son alucinantes. Con .331 de bateo, 47 jonrones y 135 remolcadas al iniciar la jornada del sábado, Pujols resaltaba entre los tres primeros en las categorí­as de la Triple Corona.

También tení­a al resto detrás suyo en cuanto a porcentaje de embase (.446) y slugging (.667), sin incluir el detalle que acaba de establecer un récord de asistencias para un primera base en la Liga Nacional.

Eclipsados por Pujols quedaron Ryan Howard de Filadelfia y Prince Fielder de Milwaukee, ambos con 44 jonrones y respectivos lí­deres en impulsadas con 140 y 138.

Tanto Mark Teixeira como Derek Jeter tuvieron campañas notables con los Yanquis, en tanto que el venezolano Miguel Cabrera fue el motor de los Tigres.

Pero lo de Mauer ha sido sencillamente sensacional para un receptor que tuvo que lidiar con una inexperta rotación de abridores en Minnesota. Aunque se perdió el primer mes por una dolencia en la espalda, Mauer tiene el promedio más alto de las mayores (.366), enfilándose a su tercer tí­tulo de bateo en cuatro años. También registraba 28 jonrones y 95 impulsadas, además de liderar la liga en porcentaje de embase (.442) y slugging (.591).

Pese a la pérdida por lesión de Justin Morneau, los Mellizos seguí­an prendidos en su puja de división. Mauer es la perfecta definición de ser el más valioso en todo.

No hay mucho que discutir en cuanto a los novatos. El cerrador Andrew Bailey (Oakland) se impondrí­a sobre el campocorto venezolano Elvis Andrus (Texas) en la Americana. J.A. Happ (Filadelfia) le saca ventajas a su colega lanzador Tommy Hanson (Atlanta) y al jardinero Andrew McCutchen (Pittsburgh).

Mike Scioscia (Angelinos), Joe Giradi (Yanquis) y Ron Gardenhire (Minnesota) son los nombres que suenan para el piloto del año en la Americana. Jim Tracy es el inmenso favorito para hacerlo en la Nacional tras tomar las riendas de Colorado cuando estaba noqueado y llevarlo a la postemporada, pero Tony La Russa en San Luis podrí­a atrapar votos.

FUENTE: Agencia AP