CANNES, Francia (AP). Pocos han recibido un mayor trato de estrella en el Festival de Cine de Cannes que Eric Cantona.
"La gente me dijo que la experiencia en Cannes era muy especial", declaró Cantona en una suite relativamente tranquila de un hotel con vista al mar. "Pero no sabía".
El nivel de adoración podría sorprender a quienes no estén familiarizados con Cantona.
La cinta de Loach, excepcionalmente divertida y de gran atractivo comercial, realizada por un director más conocido por su crudo realismo social, probablemente dé a conocer a una audiencia joven a un atleta e icono, un verdadero filósofo del fútbol tan popular por sus declaraciones crípticas como por sus espectaculares goles.
"Looking for Eric" juega con esa reputación logrando un efecto cómico. Cantona es el ídolo del personaje principal, Eric Bishop (interpretado por el actor británico Steve Evets), un cartero de Manchester de mediana edad que sale de una depresión mediante conversaciones imaginarias con su héroe. Cantona y Eric tienen conversaciones motivacionales en las que el futbolista ofrece trozos de sabiduría como, "Aquel que teme lanzar el dado jamás lanzará un seis".
¿Está Cantona parodiando su fama de sabio del fútbol?
El personaje, dijo el futbolista, es "una parte de mí mismo muy cercana a lo que soy".
"Vivimos en un mundo de imágenes", expresó Cantona. "Simplemente intenté ser yo mismo, lo que también es una imagen".
Es una respuesta satisfactoriamente enredada de un hombre que llegó a ser el favorito de los hinchas del Manchester United en los años 90. Ayudó al equipo a ganar cuatro títulos en cinco años pero también se ganó fama por su temperamento y fue suspendido por nueve meses tras darle una patada voladora a un hincha que lo había agarrado.
Cantona desconcertó a los reporteros en la subsiguiente conferencia de prensa al decir: "Cuando las gaviotas siguen una barca pesquera es porque piensan que van a arrojar sardinas al mar". Y entonces se fue.
Los periodistas estudiaron sin fin el significado de las palabras de Cantona, quien ahora dice fueron "disparates".
"Todos trataron de analizar, de encontrar sentido a esas palabras", dijo. "Pero yo creo que el sentido estaba en la situación".
Amante del jazz, Cantona pasó su período de suspensión aprendiendo a tocar la trompeta. En la película aparece tocando una versión ligeramente débil de "La Marseillaise".
Se retiró del fútbol en 1997 argumentando que había perdido la pasión por el juego, y se ha concentrado en la actuación y producción de cine. Inicialmente abordó a Loach _ director de "Kes", "It's a Free World" y la ganadora de la Palma de Oro del 2006 "The Wind That Shakes the Barley" _ con una idea para un guión. Esa película nunca se hizo, pero Cantona encontró en Loach un espíritu amable y un gran hincha del fútbol.
"Realmente me encanta su cine", dijo Cantona, de 42 años. "A veces es tan real, que uno piensa que es un documental ... Tiene mucha humanidad y solidaridad".
Ambos comparten un deseo por celebrar lazos comunales. Loach, un eterno socialista, dijo que su filme, con un retrato afectivo de un grupo de seguidores del Manchester United, demuestra que uno logra dar lo mejor de sí cuando trabaja en equipo.
Cantona, pese a su reputación de inconformista, también valora el trabajo en equipo. En la cinta su personaje debe recordar el punto cumbre de su carrera, y la respuesta sorpresivamente no es un gol, es un pase a otro jugador. El guionista Paul Laverty dijo que era fue la verdadera respuesta de Cantona a la pregunta.
FUENTE: Agencia AP