Era el partido que más expectación despertaba desde el comienzo del torneo y Rafael Nadal, número dos del mundo, no decepcionó: superó el escollo del australiano Nick Kyrgios, un jugador polémico y peligroso, para avanzar a la tercera ronda de Wimbledon.
Al final, el mallorquín, que hasta llegar a Wimbledon no había competido este año sobre hierba, se acabó imponiendo por 6-3, 3-6, 7-6 (7/5) y 7-6 (7/3).
Kyrgios, 43º del mundo, al que Nadal ha acusado en el pasado de falta de respeto, recurrió a algunos de sus polémicos golpes, como dos saques de cuchara, que desagradaron a buena parte del público, quien tampoco apreció que discutiese las decisiones del juez o lanzase una pelota al cuerpo de Nadal sin disculparse.
- 'Victoria importante' -
"¿Por qué debería pedir perdón? Quería apuntar a propósito al pecho, sí", reconoció Kyrgios en conferencia de prensa, cuya acción no fue a más ya que Nadal evitó con la raqueta que la bola le golpease.
"¿Cuántos Grand Slams ha ganado, cuánto dinero tiene en su cuenta? Creo que puede recibir una bola en el pecho", lanzó el australiano.
"Ha sido una victoria importante para mí y el resto de cosas...", dijo Nadal, que prefirió no comentar la actitud de su oponente, del que sí dijo que "puede jugar increíblemente bien".
Si el primer set se saldó expeditivamente a favor de Nadal, el segundo fue una montaña cuesta arriba para el mallorquín con una rotura de servicio de entrada y otra al final después de que hubiese logrado remontar la desventaja.
Tercer y cuarto sets fueron terriblemente peleados y se decidieron por tie-breaks de infarto.
A nivel personal, la química parece no pasar entre dos jugadores con estilos muy diferentes.
"No estoy seguro de que Rafa y yo nos fuésemos a tomar cervezas", dijo a principio de semana el australiano. "No lo conozco bien" pero "me llevo bien con alguna gente y con otra no", añadió. "Nos tenemos respeto mutuo y ya está".
- Federer y Serena siguen luchando -
También sufrió un poco Roger Federer, tercera raqueta del mundo pero segunda cabeza de serie en este torneo gracias a sus buenos resultados en hierba. Y lo hizo contra un jugador que en principio no debía dar ningún problema al legendario suizo, el británico Jay Clarke, número 169 del mundo, que llegó al torneo invitado por los organizadores.
Federer, que también se había llevado un pequeño susto en la primera ronda, acabó imponiéndose por 6-1, 7-6 (7/3), 6-2 y dijo tener "el depósito lleno" y avanzar con "confianza" tras sus resultados en Halle, torneo alemán sobre hierba donde ganó este año por décima vez.
"Pero estoy contento de haber ganado en tres sets hoy y de tener un día des descanso mañana", afirmó.
En el cuadro femenino, la vigente campeona y quinta cabeza de serie, la alemana Angelique Kerber, se vio empujada a la salida por la estadounidense Lauren Davis, número 95 del mundo, quien en su próximo enfrentamiento se medirá a la española Carla Suárez por el pase a octavos.
La australiana Ashleigh Barty, número uno mundial, siguió su camino cómodamente derrotando en una hora a la belga Alison Van Uytvanck, que el año pasado había eliminado a otra española, la exnúmero uno Garbiñe Muguruza -entonces vigente campeona- en la segunda ronda de Wimbledon.
Barty, que busca igualar la proeza de Serena Williams en 2015 de ganar Roland Garros y Wimbledon en el mismo año, se enfrentará en la tercera ronda a la Harriet Dart, verdugo este jueves de la brasileña Beatriz Haddad Maia.
También Williams, de 37 años, llegó al torneo buscando un récord: obtener su 24º título de Grand Slam igualando a la histórica australiana Margaret Court.
El jueves, Serena, que ha sufrido graves problemas de rodilla esta temporada, empezó lenta y cometió muchos errores contra la eslovena Kaja Juvan, de 18 años. Pero se creció ante la presión y acabó ganando.
"Soy una luchadora, no abandono", afirmó.
FUENTE: AFP