La Eurocopa se queda sin Cristiano Ronaldo. Quizás era el torneo donde se lo veía lo suficientemente bien acompañado como para sentirse favorito. Con mucho menos fue semifinalista en Donetsk en 2012 y campeón en París en 2016.
De esta manera, Cristiano Ronaldo dijo adiós al certamen que conquistó en 2016 y se estima que esta ha sido su última participación, ya que para la próxima edición, en 2024, tendrá 40 años. Por eso, el artillero se mostró muy dolido luego del pitazo final y no pudo ocultar su ira.
Era su quinta Eurocopa, marcando en todas ellas. Casi seguro la última, aunque uno ya ha aprendido a no sorprenderse de nada con Cristiano. Su historia: dos finales (2004 en Portugal y 2016 en Francia), unas semis (Ucrania y Polonia 2012), unos cuartos (Austria y Suiza 2008) y estos octavos en la edición multisede. Campeón en 2016. Con 14 goles, goleador histórico de las Eurocopas y máximo artillero del fútbol de selecciones junto al iraní Ali Daei (109 tantos).
Apenas sonó el silbato que decretó la eliminación del combinado lusitano de la Eurocopa, el delantero se sacó la cinta de capitán y la arrojó con fuerza contra el suelo. Luego se posicionó en cuclillas y se tragó la ira. Esa escena que fue captada por la transmisión y por varios fotógrafos le valió una ola de críticas debido a que su desquite con la banda de capitán tiene un simbolismo de desprecio que no suele ser bien visto.
No es la primera vez que Ronaldo protagoniza un episodio como este. En marzo de este año en un duelo ante Serbia por las Eliminatorias europeas hacia el Mundial de Qatar 2022, el jugador de la Juventus convirtió un gol en tiempo de descuento que le hubiera dado una victoria clave a su equipo, pero la terna arbitral cometió un grave error y no convalidó su agónica conquista.