LIMA (AP) — En un país donde la violencia y la pobreza están a la orden del día, el guatemalteco Jorge Alfredo Vega decidió desde muy chico una vía que lo alejara de los problemas: la gimnasia.
Vega no pudo el miércoles sumar su segundo oro en sus segundos Juegos Panamericanos, pero se llevó la plata en salto de la gimnasia artística en Lima, tras ser superado por el dominicano Audrys Nin, al que felicitó y elogió.
Cuatro años antes y con solo 20 años se había alzado con un oro en Toronto 2015.
Su plata dio a Guatemala la cuarta presea en lo que va de los Juegos, por lo que es el país que está sacando la cara por Centroamérica en Lima. En el medallero general, sólo figuran otros dos países de América Central, Nicaragua con dos bronces y Costa Rica con uno.
“Estoy contento, no satisfecho”, dijo Vega a The Associated Press. “Yo venía buscando el metal dorado. Clasifiqué en primera posición y lastimosamente un error (en su caída) que no tenía en los planes sucedió hoy en la final.
“Me voy con la frente en alto y me voy con una medalla más para Guatemala”, continuó. “Estoy feliz porque no me voy con las manos vacías. Creo que Guatemala se merece medallistas de oro”.
Pero, ¿cómo es que Vega logró llegar hasta donde está en un deporte que él mismo considera “muy complicado”?
Optó por no hacer lo mismo que sus compañeros del vecindario y a sus 12 años se metió a practicar esa disciplina. Ello lo llevó a entrenarse en Antigua --una zona colonial de Guatemala-- y en la capital del país, lejos de sus padres. La violencia y la pobreza en Guatemala y otras vecinas centroamericanas empujan a muchos de sus habitantes, incluso familias con hijos pequeños, a emigrar en busca de una mejor vida en el Norte.
“La gimnasia fue mi vía para salir adelante y en eso conté con el apoyo de mis padres”, dijo. “Fue difícil dejar a la familia, pero todo esto exigía un sacrificio”.
El sorprendente gimnasta centroamericano tiene un secreto para triunfar, que lo explica filosóficamente.
“Llegar al límite todos los días en las metas que persigo. Cuando caigo como ser humano me vuelvo a levantar y emprendo el salto de nuevo”, recalcó.
En la final del miércoles, Vega se concentró antes de emprender su veloz carrera, estiró sus brazos hacia arriba y salió como flecha para hacer su difícil y acrobática rutina. Sin embargo, al caer no logró el equilibrio ni el aterrizaje perfecto.
De todas maneras, Vega se fue con la frente en alto.
FUENTE: JUAN ZAMORANO (Associated Press)