(AP). Si se le pregunta al running back Maurice Jones-Drew de los Jaguars de Jacksonville si intentaría seguir jugando tras sufrir una conmoción cerebral o se saldría de la cancha, responde con franqueza.
"Todo se reduce a esto: uno tiene que poder llevar alimentos a la mesa. Nadie va a contratar ni a querer a un tipo que no pueda mantenerse saludable. Sé que llegará un día en que tendré problemas para caminar. Estoy al tanto de eso", dijo Jones-Drew.
"Pero para esto me contrataron. Las lesiones forman parte del juego. Si no quieres que te peguen, entonces no deberías jugar", agregó.
Otros jugadores dijeron que harían lo mismo: ocultarlas.
En una serie de entrevistas con The Associated Press sobre lesiones en la cabeza efectuadas durante las últimas dos semanas, 23 de 44 jugadores de la NFL _ligeramente más de la mitad_ dijeron que intentarían ocultar una posible conmoción cerebral en lugar de salirse de la cancha. Algunos reconocieron que ya lo han hecho.
Los jugadores también dijeron que debería haber algo mejor para protegerlos de sus propios instintos: más de dos terceras partes de los entrevistados desean que haya neurólogos independientes en la banca durante los partidos.
La AP habló con una muestra representativa de jugadores _al menos uno de cada uno de los 32 equipos de la NFL_ para estimar si las medidas de seguridad contra las conmociones cerebrales y las actitudes en torno a las lesiones en la cabeza han cambiado en los últimos dos años, en los que se ha prestado mucha atención al asunto.
El grupo incluyó a 33 titulares y 11 reservas; 25 jugadores ofensivos y 19 de la defensa. Todos han participado en la liga en al menos tres temporadas.
En general, los jugadores indicaron que ahora están más conscientes de los posibles efectos a largo plazo de los ásperos golpes al casco.
FUENTE: Agencia AP