BEIJING (AP). Un Ronaldinho iluminado le quitó el protagonismo a Lionel Messi en una jornada en la que tanto Argentina como Brasil se aseguraron anticipadamente su pase a los cuartos de final del torneo olímpico de fútbol.
Los dos gigantes sudamericanos ganaron así sus dos primeros partidos y tienen asegurado el pase a la siguiente ronda.
Honduras, en cambio, cayó 1-0 ante Camerún y quedó eliminado. Los hondureños habían perdido 3-0 en su debut ante Italia.
Nigeria se mantuvo en carrera al superar 2-1 a Japón, que sigue sin sumar puntos y está casi afuera. Nigeria tiene cuatro unidades en el Grupo B, que completan Estados Unidos y Holanda.
Messi había dado tremendo show en la jornada inaugural, cuando Argentina venció 2-1 a Costa de Marfil. Ronaldinho y Brasil en general defraudaron ese día pese a superar 1-0 a Bélgica.
Esta vez los papeles se invirtieron y fue el argentino el que pasó mayormente inadvertido, mientras que Ronaldinho se puso a su equipo al hombro y fue el artífice de una goleada que alimenta las ilusiones de Brasil de ganar por primera vez el torneo olímpico.
El brasileño regó la cancha con su talento, ante un rival que no exigió. Sus diabluras contagiaron a sus compañeros y Brasil terminó dando un verdadero espectáculo a costa de los torpes neocelandeses.
El nuevo jugador del Milan anotó un gol de tiro libre, otro de penal, y participó en un tanto de Pato y en otro de Rafael Sobís. En el primero, un pase en profundidad, al claro, permitió que Marcelo sacase el centro que empalmó Pato. En el segundo, le sirvió un balón dorado al recién ingresado Rafael Sobís para que anotase entrando por el medio.
El único gol en que no participó Ronaldinho fue uno que anotó Anderson a los tres minutos de juego, en que un remate suyo fue rechazado por el arquero y él mismo tomó el rebote y marcó.
"Me siento muy contento, anoté dos goles", declaró "Dinho", quien llevaba cuatro meses sin jugar debido a una lesión. "Mi padre en el cielo debe estar muy feliz".
Argentina, mientras tanto, tuvo dificultades para ganarle a Australia, que se defendió bien y contraatacó peligrosamente. El gol llegó recién a los 75 minutos, en que Lavezzi definió magistralmente, con un suave toque cruzado, después de recibir un centro de Angel di María tras uno de los pocos encuentros entre Messi y Juan Román Riquelme.
Messi y Riquelme se entendieron muy bien en el primer partido, pero esta vez los australianos cortaron ese circuito y ambos se vieron poco.
FUENTE: Agencia AP