SAO PAULO (AP). La policía brasileña detuvo el jueves a 19 personas por su presunta participación en los enfrentamientos entre aficionados que marcaron la última jornada de la liga brasileña, y algunos de ellos probablemente sean acusados de intento de asesinato.
Las autoridades utilizaron imágenes de televisión y fotografías para identificar a los hinchas, entre ellos un ex miembro del consejo en la sureña ciudad de Curitiba y al menos uno de los cuatro hombres hospitalizados después de las reyertas.
Tres hombres habían sido detenidos el día de los enfrentamientos, el 8 de diciembre, que obligaron a la policía a disparar balas de goma para dispersar la multitud durante el partido entre Atlético Paranaense y Vasco da Gama. Uno de los heridos tuvo que ser trasladado en helicóptero desde la cancha a un hospital.
Cientos de aficionados se enfrentaron a puños y patadas en las gradas, además de utilizar palos y barras de metal en los combates. Las imágenes de la violencia le dieron la vuelta al mundo, lo que despertó dudas sobre qué tan preparado está Brasil para organizar la Copa del Mundo del próximo año.
"Esperamos que esto se convierta en una lección para los aficionados y así entiendan que la ley todavía existe dentro de un estadio durante los eventos deportivos", dijo el inspector de policía Luis Felipe Fuentes a Globo TV . "Un intento de asesinato dentro de un estadio es lo mismo que un intento de asesinato afuera del estadio".
Las autoridades dijeron en una conferencia de prensa en Río de Janeiro que 12 aficionados no habían sido detenidos al final de la jornada del jueves y se les considera fugitivos.
Dieciséis detenciones se realizaron en Paraná, dos en Santa Catarina y una en el estado de Río de Janeiro.
La policía tenía órdenes de búsqueda e incautación para las sedes de los grupos de aficionados de ambos equipos en Río de Janeiro y Curitiba. Las autoridades dijeron que incautaron documentos y computadores de un grupo de hinchas del Atlético Paranaense, y uno de los computadores tenía imágenes de peleas pasadas que involucran a sus miembros.
Los grupos de aficionados son parte fundamental del problema de la violencia en los estadios brasileños, y muchos de los enfrentamientos están acordados de antemano en internet.
Funcionarios del gobierno, y hasta la propia presidenta Dilma Rousseff, han pedido castigos más estrictos para las personas involucradas en peleas de aficionados dentro de los estadios.
FUENTE: TALES AZZONI (Associated Press)